A la hora de comprar una vivienda hay que evaluar todos los gastos que la compraventa incluye. De estos gastos dependerá de que la futura inversión inmobiliaria sea un acierto. Se pueden dividir los gastos en la compraventa de un activo inmobiliario en dos categorías:
Gastos de Notaría y Registro
Los aranceles y honorarios de los notarios son regulados por parte del estado y su cuantía dependerá del precio final del activo inmobiliario que se vaya a adquirir. También se deberá de tener en cuenta los gastos para inscribir en el registro de la propiedad la escritura. Ésta la podrá realizar telemáticamente el notario o bien presentarla en el registro siendo necesaria una copia autorizada por el notario en papel. Los gastos de notaría y registro suelen ser un 0,20% del total precio de compraventa del inmueble. Por último, habrá que contemplar los gastos de gestoría si se decide contar con ella.
Impuestos
A la hora de pensar en invertir en inmobiliario en España se deberá de tener muy presente la carga fiscal que esto conlleva. Si la venta es de segunda mano se deberá de abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) que variara dependiendo de la Comunidad Autónoma donde se efectúe la inversión inmobiliaria. El ITP suele ser entre el 6% y 10% del precio de la compraventa del inmueble. En el caso que la compraventa del inmueble fuera una primera venta por parte del promotor se deberá abonar el IVA y además pagar los gastos de Actos Jurídicos Documentados (AJD). El porcentaje que hay que pagar de AJD es diferente en cada Comunidad Autónoma, suele ser entre el 0,5% y el 3% del importe de la compraventa.
Gastos de hipoteca
Desde el momento que se solicita la hipoteca empiezan a haber una serie de gastos:
En conclusión, a la hora de evaluar una inversión inmobiliaria no sólo hay que tener en cuenta el precio de venta del bien objeto de valoración, sino que también se tienen que valorar los gastos que se van a incurrir a la hora de su compra. Se estima que los gastos suponen entre un 15% y un 18% del total precio de venta del activo inmobiliario.
A la hora de comprar una vivienda hay que evaluar todos los gastos que la compraventa incluye. De estos gastos dependerá de que la futura inversión inmobiliaria sea un acierto. Se pueden dividir los gastos en la compraventa de un activo inmobiliario en dos categorías:
Gastos de Notaría y Registro
Los aranceles y honorarios de los notarios son regulados por parte del estado y su cuantía dependerá del precio final del activo inmobiliario que se vaya a adquirir. También se deberá de tener en cuenta los gastos para inscribir en el registro de la propiedad la escritura. Ésta la podrá realizar telemáticamente el notario o bien presentarla en el registro siendo necesaria una copia autorizada por el notario en papel. Los gastos de notaría y registro suelen ser un 0,20% del total precio de compraventa del inmueble. Por último, habrá que contemplar los gastos de gestoría si se decide contar con ella.
Impuestos
A la hora de pensar en invertir en inmobiliario en España se deberá de tener muy presente la carga fiscal que esto conlleva. Si la venta es de segunda mano se deberá de abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) que variara dependiendo de la Comunidad Autónoma donde se efectúe la inversión inmobiliaria. El ITP suele ser entre el 6% y 10% del precio de la compraventa del inmueble. En el caso que la compraventa del inmueble fuera una primera venta por parte del promotor se deberá abonar el IVA y además pagar los gastos de Actos Jurídicos Documentados (AJD). El porcentaje que hay que pagar de AJD es diferente en cada Comunidad Autónoma, suele ser entre el 0,5% y el 3% del importe de la compraventa.
Gastos de hipoteca
Desde el momento que se solicita la hipoteca empiezan a haber una serie de gastos:
En conclusión, a la hora de evaluar una inversión inmobiliaria no sólo hay que tener en cuenta el precio de venta del bien objeto de valoración, sino que también se tienen que valorar los gastos que se van a incurrir a la hora de su compra. Se estima que los gastos suponen entre un 15% y un 18% del total precio de venta del activo inmobiliario.